lunes, 18 de junio de 2007

Testimonio


Soy una mujer encerrada en el cuerpo de un hombre, una de las tantas equivocaciones de dios. He pensado en hacerme operaciones, pero le tengo mucho miedo al dolor, y me falta el dinero… Aún así mis rasgos a veces ayudan, como usted ve, soy delgado, pelirrojo, ojos azules, rostro ovalado y tengo buena cola… Doctor ¿Por qué nos rechazan tanto a donde vamos?...

Los blancos creen que soy como un mono bonobo, los negros y latinos me llaman “marica ó fenómeno” es más… La idea de que soy un humano nunca les ha pasado por la cabeza, lo peor para ellos y para alegría mía es que no soy el único, no son cientos… son miles que piden que las reconozcan como las mujeres que son… es cierto que nunca seremos las típicas mujeres delgadas ó gordas, con senos redondos grandes o pequeños, se qué no somos capaces de dar a luz hermosos retoños, simplemente somos otro tipo de mujeres, capaces de entender a ambos sexos, un don que no tienen todos.

Muchos de nosotros tomamos esa decisión, al fin hallamos nuestra identidad como persona. Por esta razón me parece injusto que nos traten como un tribu de indígenas, nosotros solo decidimos tomar otro camino, no por ello somos inferiores a las otras personas…

Desde él presidente comienza la discriminación, nos prohíbe votar, formar hogares, hacer público nuestro amor al ser que más queremos, y cuando se trata de construir escuelas y lugares lo hace sin pensar en nosotros… No todos podemos ser famosos como John Elton para ser reconocidos como seres humanos.

No es raro que hallan personas como nosotras, durante la historia han existido en grupos indígenas, en monarquías, practicado en las guerras y también en la actualidad; no sucede solo aquí, sucede en otros países, otras culturas, otras personas con diversas opiniones independiente si es subdesarrollado o avanzado como nuestro Estado, pero, nosotros, doctor, somos una realidad viva de la cual ninguna religión nos puede eliminar, solo puede tacharnos y hacer que la gente tome una única dirección, pero eso jamás pasara, somos humanos que tenemos el derecho y la capacidad de escoger las opciones que nos brinda la vida.

El presidente junto a la institución como es la iglesia, nos ha metido en la cabeza el cuento de que estamos cerca de la etapa fulminante de la civilización, y nosotros los homosexuales no estamos incluidos, y sin embargo con nosotros todos han logrado llegar a una etapa decente, las personas ahora saben que es un derecho, saben que es respeto y saben que es una persona, aunque en algunos momentos olvidan estos detalles y tratan a sus semejantes como ratas de alcantarilla.

Nos consideran un obstáculo para llegar a la civilización ideal, pero, hasta que no nos consideren como semejantes iguales a ellos, seguiremos significando uno de los grandes principales problemas de está sociedad.

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