lunes, 18 de junio de 2007

El Pasado de María

Antes de estar casada con José y tener a Jesús, la Virgen María era como cualquier niña. Ella esperaba que su esposo fuera un hombre fuerte y noble, pero el compañero que llegó no tenía ninguna de las dos cualidades, su padre había escogido a Mickey Mouse para el matrimonio, este le proporcionó una buena dote por su hija. María se sintió aterrorizada, pero por el momento no iba a contradecir la orden de su padre.

Gritaban en las calles: ¡El señor Mickey Mouse ha muerto!, todos corrían confundidos chocando entre sí. María observaba fríamente al cadáver… Él no era su pareja ideal, era enano, deforme (nadie normal tendría unas orejas como las de él) y se comportaba como un retrasado mental… Pasó un pensamiento revolucionario en ella: ¿Por qué no conseguir a su gusto un esposo? Uno de cabellos rubios, extranjero… Al fin y al cabo es ella la que va a vivir con aquel hombre, no su padre.

Dos guardianes se acercaron a la casa para comprobar lo que se gritaba en la calle, percibieron el olor a ratón muerto, definitivamente tenían que entrar a investigar. Observaron… Sobre el señor Mickey las moscas revoloteaban y al lado de él estaba María sumida en sus pensamientos. Uno de ellos la golpeó dejándola en el suelo, la Virgen lanzó su mirada a todos los alrededores divisando un cuchillo, estiró la mano hasta recogerlo, sin dudar, enterró el arma en el pecho de su atacante dejando a éste sin vida, el otro soldado miro al muerto, apunto con la espada a la muchacha… Ella rápidamente saco el cuchillo del difunto y lo lanzó con fuerza hacia su objetivo… Excelente, acertó en una de las piernas, mientras él se intentaba sacar el cuchillo la joven aprovecha y se escapa de la escena.

María ya no sería acusada por asesinato, el país en donde se encontraba la defendía, ella expuso que su esposo derrochaba el dinero de su padre, agregando que cuando estaba ebrio la maltrataba y abusaba de ella. Con respecto a los guardias, María dijo que el asesinato fue en defensa propia, pues ellos la iban a violar… Para esa sociedad era imperdonable que un hombre se comportara así, porque ningún yerno tiene el derecho de deshonrar al padre de la novia.

Durante la instancia en el país, ella conoció al hombre de sus sueños, disfrutó cada segundo con su “amigo”, se pintaba los labios, se colocaba rubor y usaba ropa un poco más pegada al cuerpo, sabía que entre más bonita, menos competencia…Era feliz. Ya no le importaba mucho lo que decía su religión pues en conclusión tan solo eran un conjunto de reglas a las que ella debía apegarse, si no estaría en pecado y bla, bla… bla…

Pasaron dos semanas, María ya no era feliz con aquel hombre de rizos dorados, su mirada se había concentrado en una bella mujer que se llamaba Ester. Una vez roto las relaciones con el mono, la Virgen se disfrazaba de hombre para seducir a la bella chica, que aunque no logro enamorarla consiguió robarle un beso, con eso María sintió que ya había cumplido con su objetivo.

La dicha no duro mucho, a ella la descubrieron con ropa de hombre. Aunque el país la protegía, este debía obedecer a Roma, que demandaba a la “mujer monstruo” que asesinó al honorable ratón. María compareció ante el Emperador dentro de un cuarto a solas. La Eminencia tan solo pregunto: -Niña linda ¿Por qué te comportas así?, eso va contra tu religión, es claro que existen unos valores establecidos donde los hombres son superiores a ustedes, y por supuesto las mujeres no pueden ser hombres.

María se le acerco lentamente al Emperador, en un suave susurro le contestó la pregunta: - Mi esposo no me hizo soñar, solo tuve resignación… Al que conocí fue solo un capricho, físicamente era muy atractivo pero me subestimaba como los demás… Solo cuando fui hombre pude vivir nuevas emociones, sentí cosas al usar sus ropas…- calló un momento, luego dijo -Es verdad que nací mujer, pero quiero ser tratada como hombre, ya demostré que soy capaz de actuar igual e incluso mejor que ellos-.

El Emperador asomo una sonrisa, llamo a todos y proclamó a la criatura inocente dejándola en libertad, además ordeno a unos soldados a que la acercarán donde vivía José, amigo de la adolescente. José siempre creyó en las palabras de María, la inocente joven le dijo una verdad cuestionable pero verosímil; según ella: un arcángel le anunciaba el nacimiento del hijo de Dios de rizos dorados…Todos vivieron como dice en la Biblia. Durante su larga vida ninguno de sus familiares y amigos cuestionaron la inocencia y pureza en la adolescencia de María; ella tampoco contestó… pues al final nadie le preguntó sobre su pubertad.

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